La Berrea en la Sierra Norte

El cielo está oscuro pero la noche es clara. La luna nos mira al levantarnos en esta tranquila noche y mientras nosotros nos movemos hacia la actividad ella se dirige a su cama. Al final de nuestro viaje nocturno casi está desaparecida... Se despide de nosotros al bajarnos del coche pero nos deja en buena compañía:
El juego de luces del inicio del amanecer nos promete un día caluroso pero no cabe duda de que estamos en otoño. Todavía huelen las aromáticas de la zona, especialmente el romero, muy seco de tanta sed del verano y resistiendo hasta las esperadas lluvias.

- Chiss!
- Calla!
- Escucha!
- Ya se oye!!!!
......

Antes de que nuestros ojos puedan ver, nuestros oidos nos están mandando la información que tanto deseamos. El sonido nos llega antes que la luz y con él sabemos que están ahí, aunque todavía no podemos asegurar que los veremos.
Mi corazón se tranquiliza ( al menos están, hay ... y en situación...) y se escita a la vez con ese bramido lejano todavía pero impresionante, que está en mi cabeza desde mi infancia y que procuro que me acompañe cada otoño como un ritual más de acercamiento al campo, que tanto me llama. Cuesta arriba, cuesta arriba, cuesta arriba con cuidado sin que suene la gravilla todos juntos, acomodando las pupilas y mirando a todas partes sin ver nada pero sin dejar de escuchar...
Nuestros sentidos, atentos pero también despistados, sin saber dónde mirar, se dirigen a veces a compañeros más hábiles en los que confiamos más que en nosotros mismos y que nos empiezan a hacer indicaciones:

- chiss!
- agacha, agacha!
- mira!
- alliiii!
......

El primero!
Nuestro mundo se para!

Nos mira, nos ignora. Tiene otros asuntos más importantes de qué ocuparse. Un bramido, otro en la distancia, la respuesta y así seguimos, escuchando y mirando.
Cuando se marcha nos vamos nosotros también. Felices! El madrugón valió la pena! Solo por esto ya merecía venir! Qué bien!
Ahora seguimos caminando (yo cada vez más contenta y tranquila)

- chiss!
- agacha, agacha!
- mira!
- alliiii!
......
(No se cuántas veces repetimos esto)
y esto:
- otro, otro!
- calla!
- todos juntos hombre!

También se repitieron algunos comentarios sobre la "sexualidad" de los ciervos que no procede que aparezcan en un blog "de/ocente" como este, pero que os podeís imaginar.

Aquí tenéis una muestra de lo que vimos. Se aprecian las astas imponentes, los cuellos potentes, los ágiles cuerpos, las dehesas secas salpicadas de las siempre verde palmiteras, las señales de la escoda en la corteza de los árboles y algún que otro jabalí.

Ya ni nos acordamos de la tostada y el cafelito que nos tomamos a las 6 de la mañana así que paramos a ALMORZAR a las 10,30-11 aproximadamente! Hay hambre! Y montamos un pequeño buffet intercultural: ochios y morcilla de Úbeda, queso ahumado de Canarias, chorizo, pan de soja y pan de Medina, frutas variadas y chocolate!!!! Nos faltó el Rioja (la culpa es de la secretaria que "falla" mucho)

-Ea! Po vamonos ya pal pueblo que hace calor y estos animales querrán acostarse!
Dicho y hecho :

Qué bonita la vuelta, ahora que es de día!





Y ya en el coche:

- Y ahora qué hacemos?
- Pos vamos a El Pedroso a comer, no?*

* Como supondréis el acuerdo fue unánime!

Para saber más sobre la berrea, el desmogue, los harenes y las costumbres de los ciervos en general os pongo un enlace aquí y también un video para observación. El recorido lo hicimos por el Cordel de Cazalla a Cantillana pero hay muchos otros lugares en la Sierra Norte donde disfrutar y aprender del maravilloso entorno andaluz