Circular desde Botafuegos

Fotos

Desde la barriada de El Cobre, en la sorprendente Algeciras, iniciamos esta ruta que asciende por la vertiente del arroyo Botafuegos para conectar con el río de La Miel, por el que bajamos hasta llegar al origen.

Las aguas del primero son limpias y bravas.
Las del segundo me parecen algo más civilizadas y muy, muy dulces, como su propio nombre indica. Se nota en la piel cuando te bañas en alguna de sus paradisíacas pozas y en el paladar cuando bebes de sus fuentes.
Comenzamos a andar entre las casas que cada vez se adentran más en el parque, cruzamos el arroyo de La Cava y llegamos a las ruinas del ventorrillo de la Trocha, antigua vereda empedrada que comunicaba con Alcalá de los Gazules y con la Janda.
Después tenemos que cruzar otro arroyo, el de la Garganta de la Fuensanta. Allí mismo, a la izquierda, en cuanto cruzas, crece un ojaranzo grande que en cualquier epoca del año tiene al menos una flor con la que agradarnos. Es la muestra de todas las que nos ofrece el parque en primavera.

Nuestro próximo arroyo será el de La Garganta del Capitán o de Botafuegos. Accederemos a él en el Molino de San José. En un segundo molino tendremos que desviarnos un poco hasta volver a tocarlo en la Cascada del Capitán. La bajada, corta pero empinada y la subida (con fuente a la izquierda con agua buenísima) por el mismo sitio permiten acceder a un lugar inimaginable para mi en estas tierras: ¡Una cascada de cuento de hadas ni más ni menos!

Un sitio para limpiar tu cuerpo y tu espíritu: El aire purifica tu sangre y la corriente se lleva tus penas y te trae todas las alegrias de las aguas, de las nieblas y los árboles de más arriba.

¡Nadie quiere irse de allí!

Cuando conseguimos arrancar volvemos al camino y continuamos con nuestra ruta, intentando mantener la cota, buscando sendereros y trochando, dejando el río a nuestra izquierda y el camino de Las Corzas a nuestra derecha mucho más arriba. Lo que cruzamos es una auténtica selva, muchas veces los brezos y las aulagas son más altos que nosotros y tenemos que apartarlos con los brazos para poder caminar, así como los zarzales que nos dejan más de un recuerdo en los brazos. Saltamos algún arroyo pequeñito, atravesamos frescos helechales y contemplamos las lajas de las Esclarecidas Alta y Baja. Accedemos al carril un poco antes de llegar a la valla de la finca y seguimos por él hasta el mirador para llegar al cruce de caminos.

Desde aquí tenemos la opción de subir al Algarrobo. La subida es corta y una pequeña trepadita al final nos permite unas vistas espectaculares de la Sierra y del Estrecho.

Si giramos a la izquierda empezamos a descender para acercarnos ya al río de La Miel y así unir los cauces altos de los dos rios. La densidad y altura de lo s árboles apenas permite el paso de los rayos de sol y proliferan polipodios y yedras envolviendo los troncos de los quejigos cuyas hojas tapizan el suelo con una alfombra más que gruesa. Escuchamos el río abajo, a nuestra izquierda y luchando con la vegetación continuamos nuestro camino por veredas de corcheros o cruzando el monte hasta llegar a la orilla y encontrar preciosas pozas y cascadas rodeadas de helechos de todo tipo (que aquí hay verdaderos tesoros de esta especie) para cruzar bastante más abajo, después de pisar el tubo que conducía el agua hasta el pueblo, saltar el muro y llegar al molino del Águila y desde él al puente y a otro molino, el de Escalona.

De aquí al coche el itinerario es sencillo y solo hay que abandonarlo un poco antes del final a la izquierda para acceder rápidamente al inicio de la ruta.

Track por el Molino de San José.

Track con la subida al Algarrobo. En este caso la llegada a la cascada del Capitan se realiza por la margen derecha del río así que tenemos que cruzarlo por la poza que hay delante de la cascada para poder continuar la ruta.