¡¡¡ NUEVO !!! REPETIMOS PATRITE - JIMENA

En este cuaderno de bitácora campero, que no marinero, quiero recoger de manera personal las rutas y viajes que estoy haciendo desde hace unos años. He organizado los datos uniendo cuatro blogs: Rutas, Viajes, GPS y Cocina. A este entro poco últimamente. Acabo de empezar el de GPS. Los otros tienen ya bastantes relatos, con fotos, tracks y enlaces a otras páginas. Disfruto mucho trabajando en La Quinta del Gallo y si alguien viene de visita... siempre será bien recibido.

Del P. de los Alamillos a Montejaque por el Guadarés


Desde el carril que sale de la Venta del Puerto de los Alamillos, después de dos kilómetros aproximadamente se accede al Llano donde se encuentra el Chaparro de las Animas, rodeado de majoletos y perales. Es este un árbol singular de los catalogados por la Junta de Andalucia y su peculiaridad estriba no sólo en su tamaño, sino en el hecho de que su producción de corcho se destinara al abastecimiento de aceite para los altares de las Ánimas de las iglesias de Grazalema, dando lo suficiente para todas durante 9 años, que es cuando se recoge el corcho. Ahora que ya no se usa aceite en las iglesias no se que destino tendrá su rendimiento. Hemos calculado "a ojo" una producción de  27  "quintales de corcho" (46,5 kg) a una media de 100€ el quintal  entre 9 años nos ofrece unos  300€ anuales. Él solito, sin que nadie lo cuide, es más yo diría que está desprotegido pues hasta los coches aparcan pegados a su tronco y ni siquiera hay un cartel que lo reconozca. Habría que reconsiderar en qué se invierte el dinero, creo yo... 
He de advertir que en los mapas del Sigpac este árbol se situa más al sur oeste, pero nuestro ejemplar coincide con la descripción y la foto de la J. de A.

Desde aquí iniciamos una caminata que nos llevará por el carril de los Alamos con panorámicas al sur este de las Sierras de Mojón Alto y de Juan Díego y del Torcalito de Cancha Bermeja, casi tocando este último el camino se bifurca. Nos dirigimos a la izquierda, dejando en el centro la casa de Patagalana y a la derecha el carril que continua hacia los Llanos del Republicano. Justo ahí, trepando una chispita por las piedras del frente encontramos los restos de un dolmen que no he podido localizar, creo que hay otro más grande más adentro, metido en la sierra, en dirección a Cancha Bermeja, de los Lajares, según tengo entendido, pero del que encontramos no he conseguido  ninguna referencia. Como es habitual en nuestro patrimonio prehistórico se encuetra en total abadono. 

Bordeamos el Cerro de Zurraque que queda al oeste a nuestra derecha y llegamos al cortijo del mismo nombre contando con el permiso de su propietario, que nos informó la semana anterior sobre el camino para conectar desde el cortijo con el carril que desemboca en el  del Guadarés, explicándonos el itinerario con referencia a las "canchas colorás" y diciéndonos que por ahí "siempre se ha pasao".
Así que, retrocedemos un poquito y nos dirigimos al este hasta encontrar una flecha de piedra que nos indica la vereda perfectamente señalizada que va a los Llanos de Pozuelo. Hasta aquí todo es perfecto, el grupo no puede ser mejor, el día luce estupendo y corre un poquito de aire que nos refresca, las vistas son preciosas, incluyendo el pico Ventana, encontramos árboles grandísimos, castigados por los vientos y los  años, vemos una cierva y los prados y las flores están pletóricos, pero...












En el siguiente llano un señor muy amablemente nos echa de su finca si atender ni aceptar ninguna de nuestras explicaciones, sin ver siquiera que un niño entre nosotros y sin considerar que nos falta menos de un kilometro para salir de su finca en la que nos hemos metido sin cruzar ninguna valla y por una vereda señalizada con flechas e hitos. Nos deriva hacia Montejaque siguiendonos hasta el fínal de su finca para cerciorarse de que la abandonamos...
Este señor demostró tener buenos modales externos, pero ninguna sensibilidad ni con las personas ni con el campo. Paradojas de la vida, aun mayor sabiendo que se dedicaba a la enseñanza y que es dueño de una finca, lógicamente sin ninguna vocación en ambos casos: Ni es "maestro" ni es "de campo". En fin, como las buenas maneras no están en los modales sino en el corazón de cada uno, todos nosotros, formando una piña, nos vamos de la finca sin crear ningún problema pero con una desazón muy grande de la que todavía no nos hemos podido desprender del todo.

Pero como la vida es breve nos vamos a Montejaque por la vereda de la fuente de Libar, contemplando el Hacho, a tomarnos unas cervecitas... y a comer!
Salimos del pueblo ya restaurados y rodeamos el Hacho por su otra cara, por el carril del embalse fantasma. La historia de este embalse es muy curiosa: se quiso aprovechar el espacio delimitado por la zona del Hundidero, donde está la cueva del Gato y se cerró con una presa sin tener en cuenta que la capa de arcillas que cubre el suelo y las características de la roca caliza así como la propia cueva, no permitirían el almacenamiento de agua que desaparece al poco tiempo de haberse embalsado. Las razones que llevaron a acomenter esta obra a principios de siglo las desconozco, quizás no se hicieron estudios suficientes o había intereses creados pero estoy segura de que nadie preguntó a los viejos del lugar que seguro que sabían que el agua allí no duraba ni dos días. 
Este carril sigue por el margen del embalse y por el curso del Guadarés y en el muere  el que nosotros queríamos coger desde los llanos. Llega hasta el cortijo de los Calabazares y continua hasta un precioso puente que va al llano de La Laguna, a partir de aquí nos podemos salir del carril y por vereda remontar el curso del río hasta el Charcon de Campobuche,  al final del cual hay otro puente que conecta con la carretera de Ronda.
Observamos una pareja de águilas ratoneras con su sonido peculiar de época de celo similar al maullido de un gato, encontramos la piel completa de una serpiente, multitud de plantas, entre ellas un matagallo amarillo (phlomis lychnitis = llama de lámpara, que este era su uso principal)... 
La zona no puede ser más bonita: el bosque espeso, el río tranquilo, las ranas, las flores... 


Llegamos a los restos de lo que parece una antigua presa en la zona de los Arenales y... Chapuzón!
Ya fresquitos seguimos junto al río, a través del bosque, cruzando praditos donde descansan las vacas y sus terneros hasta el llano donde aparcamos el coche. Volvemos la vista a la izquierda para contemplar la sierra a modo de despedida de la ruta, porque ahora nos vamos a la venta del puerto de los Alamillos a hacer una "merienda-cena" antes de despedirnos y felicitar a Paco, el hijo de Ildefonso, por su actitud durante el día y por su aptitud para los temas motañeros.
 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias Marifeli por tus maravillosos comentarios y fotografías, no dejes nunca esta actividad. Enhorabuena. Muchas gracias también por el cariño con el que trataste a mi hijo.
Ildefonso

Anónimo dijo...

Fuí uno de los afortunados en disfrutar de la excursión, era la primera vez que os acompañaba, y me sentí estupendamente, y disfruté de lo lindo. Gracias a todos, por vuestra acogida. Mis felicitaciones Marifeli por tus descripciones, y por tus fotografías, son maravillosas.

José Antonio (el amigo de Ildefonso)

Mari Feli dijo...

Muchísimas gracias a los dos. Entre todos hicimos que la ruta fuera preciosa.